La Guerra Fría, el capitalismo versus el comunismo, la CIA y la KGB fueron tema obligado de producciones cinematografías y televisivas durante los 80 y 90, y no hay moda que no vuelva. Los espías se han tomado la pantalla nuevamente con series como Homeland y la más reciente The Americans. ABC se sube a este barco con su primer estreno de miniserie con The Assets, basada en hechos reales publicados en el libro Circle of Treason: A CIA Account of Traitor Aldrich Ames and the Men He Betrayed de Sandra Grimes y Jeanne Vertefeuille. 

El piloto de The Assets se va sin rodeos y explica claramente su premisa. Muchos agentes de la CIA e informantes de la KGB para Estados Unidos han muerto en ejercicio o han sido deportados de Rusia, porque hay un soplón o topo en la misma CIA. Paul Rhys es el actor encargado de dar vida al soplón Aldrich Ames. Harriet Walter encarna a Sandra Grimes, la típica e heroica agente de la CIA que busca descubrir a Aldrich. 

Este primer episodio mantiene un ritmo aceptable de suspense e intriga, pese a que desde el comienzo ya sabemos quién es el soplón. Lamentablemente, la trama fue más importante que la descripción de sus personajes encargados de llevarla a cabo. Con vagas y flojas descripciones nos vemos obligados a hacernos una idea de quienes serán estas personas que veremos en pantalla durante los siguientes 7 capítulos. De todas formas, parece que los personajes van por el lado del estereotipo clásico: Aldrich Ames es medio loco y por eso traiciona a su país (realmente el piloto no describe muy bien sus motivaciones y es una lástima) y Sandra Grimes es la típica agente entregada a su trabajo, patriota, buena madre y que lucha por la libertad de Estados Unidos y ese discurso básico yanqui que, muy personalmente, ya me molesta en televisión. 

El tejido histórico está muy bien explicado a través de diferentes recursos dramáticos. Imposible no comparar con The Americans en este aspecto, pues creo que The Assets logra ambientar de mejor manera la serie, le da verosimilitud a la historia, a sus personajes y ayuda a quienes desconocen de esta época a ubicarse en el contexto indicado. 

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La Guerra Fría, el capitalismo versus el comunismo, la CIA y la KGB fueron tema obligado de producciones cinematografías y televisivas durante los 80 y 90, y no hay moda que no vuelva. Los espías se han tomado la pantalla nuevamente con series como Homeland y la más reciente The Americans. ABC se sube a este barco con su primer estreno de miniserie con The Assets, basada en hechos reales publicados en el libro Circle of Treason: A CIA Account of Traitor Aldrich Ames and the Men He Betrayed de Sandra Grimes y Jeanne Vertefeuille. 

El piloto de The Assets se va sin rodeos y explica claramente su premisa. Muchos agentes de la CIA e informantes de la KGB para Estados Unidos han muerto en ejercicio o han sido deportados de Rusia, porque hay un soplón o topo en la misma CIA. Paul Rhys es el actor encargado de dar vida al soplón Aldrich Ames. Harriet Walter encarna a Sandra Grimes, la típica e heroica agente de la CIA que busca descubrir a Aldrich. 

Este primer episodio mantiene un ritmo aceptable de suspense e intriga, pese a que desde el comienzo ya sabemos quién es el soplón. Lamentablemente, la trama fue más importante que la descripción de sus personajes encargados de llevarla a cabo. Con vagas y flojas descripciones nos vemos obligados a hacernos una idea de quienes serán estas personas que veremos en pantalla durante los siguientes 7 capítulos. De todas formas, parece que los personajes van por el lado del estereotipo clásico: Aldrich Ames es medio loco y por eso traiciona a su país (realmente el piloto no describe muy bien sus motivaciones y es una lástima) y Sandra Grimes es la típica agente entregada a su trabajo, patriota, buena madre y que lucha por la libertad de Estados Unidos y ese discurso básico yanqui que, muy personalmente, ya me molesta en televisión. 

El tejido histórico está muy bien explicado a través de diferentes recursos dramáticos. Imposible no comparar con The Americans en este aspecto, pues creo que The Assets logra ambientar de mejor manera la serie, le da verosimilitud a la historia, a sus personajes y ayuda a quienes desconocen de esta época a ubicarse en el contexto indicado. (tvspoileralert)